1. Comprende qué es la ansiedad normal
Es una reacción natural que te prepara para activarte y hacer frente a situaciones difíciles. ¿Qué harías sin esta ansiedad? Piensa en situaciones en las que esta ansiedad te ha servido de forma positiva a lo largo de tu vida.
“Cuando cambias el modo en que ves las cosas, las cosas que ves cambian también”. Wayne Dyer
2. Mira a tu ansiedad sin miedo
A veces la ansiedad puede ser enfermiza causando estrés, angustia, pánico y fobias. Pero recuerda que ningún síntoma de ansiedad, ni siquiera un ataque de pánico, tiene nada que ver con un ataque cardiaco o con volverse loco. Se pasa mal, pero nadie ha muerto por ansiedad.
“No tienes que controlar tus pensamientos; sólo tienes que dejar de permitirles que te controlen a ti”. Dan Millman
3. Asume las consecuencias de tu ansiedad
Puede que lleves tiempo limitado por tu ansiedad. Plantéate todo lo que has dejado de hacer o de experimentar a causa de tu ansiedad. ¿En qué medida te has visto anulado por tu ansiedad?, ¿Cómo crees que hubiera sido tu vida sin ansiedad?
“Mi vida ha estado llena de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron”. Michel de Montaigne
4. No te culpes por padecer ansiedad
Todos podemos tener ansiedad a lo largo de la vida. Es fundamental que te trates bien a pesar de creer que no puedes vencer tu ansiedad. Puedes sentirte frustrado o culpable por la influencia negativa que tiene en tu vida y en tus relaciones, pero esto no hará nada más que hacerte sentir cada vez peor. A pesar de que la ansiedad va por dentro y es difícil de medir y de explicar, intenta compartir tus emociones con personas de confianza. Seguro que te comprenderán. Recuerda que la ansiedad no es una causa, sino una consecuencia.
“Un día de preocupación es más agotador que un día de trabajo”. John Lubbock
5. Estudia tu reacción a la ansiedad
Cuando estás muy nervioso y sientes miedo, angustia o pánico. ¿Qué sueles hacer?, ¿Qué sueles pensar?, ¿Qué sueles evitar? Puede que te des cuenta de que pretendiendo escapar de tu ansiedad, estés fomentándola cada vez más.
“La vida es un diez por ciento lo que experimentas y un noventa por ciento cómo respondes a ello" Dorothy M. Neddermeyer
6. Aprende a respirar adecuadamente
Una respiración abdominal, rítmica y consciente te ayudará a ir reequilibrando tu estado nervioso. La inspiración (2 segundos) ha de durar la mitad que la expiración (4 segundos). Pon una mano en el estómago y otra en los pulmones. Intenta que el aire comience llenando la parte abdominal y que el pecho prácticamente no se mueva.
“Respirar lentamente es como un ancla en medio de una tormenta emocional: el ancla no hará que la tormenta se vaya, pero te mantendrá firme hasta que pase”. Russ Harris
7. Aprende a relajarte
Genera una respuesta incompatible con tu ansiedad. Practica técnicas de relajación que te permitan ser consciente de tus sensaciones corporales. Al principio podría ser normal que incluso aumente tu nivel de ansiedad. Si eres constante en el entrenamiento, progresivamente irás experimentando cada vez mayor relajación y podrás aplicar tu técnica en los momentos de mayor ansiedad.
“El momento de relajarte es cuando no tienes tiempo para ello”. Jim Goodwin
8. Aprende a meditar
Deja de luchar contra tu ansiedad, no intentes modificarla o controlarla. Aprende a no hacer nada más que observarla y darle el espacio necesario. Toma conciencia de que tú eres más grande e importante que tu ansiedad. Si lo consigues durante unos minutos puede que logres responder a la siguiente pregunta: ¿cuál es la verdadera causa de mi ansiedad?
“La paz viene de dentro, no la busques fuera”. Buda
9. Imagínate enfrentando tus miedos
Visualízate enfrentando aquello que temes y pregúntate: ¿Qué es lo peor que me puede pasar? Te darás cuenta de que no es tan catastrófico y de que el mundo no se hundirá. Luego pregúntate: ¿Qué es lo mejor que me puede pasar? y disfruta imaginándolo.
“Actúa del modo en que deseas sentirte”. Gretchen Rubin
10. Exponte directamente a tus miedos
La única manera de superar un miedo es enfrentarlo. Cuanto más evitas tus miedos, tanto más crecen. Cuanto más enfrentas tus miedos, tanto más desaparecen. Por ejemplo, si un día tienes miedo a subir en un ascensor, prepárate para subir al día siguiente. ¿Cómo vivirías a partir de hoy si no tuvieras ansiedad?
“El miedo llamó a la puerta, la confianza abrió y no había nadie”. Proverbio chino
AUTOR: David Losada Pérez. Psicólogo clínico.