A lo largo de la vida hay situaciones difíciles de afrontar por las que podemos padecer síntomas psicológicos. Hoy en día, reconocer la necesidad de ayuda profesional y elegir una terapia psicológica como método de crecimiento se considera cada vez más un signo de valentía, sensatez e inteligencia.
Los psicólogos sabemos que para superar realmente un problema o una situación conflictiva no hay otro camino que aceptarlo y enfrentarlo.
Nuestra mente es como un laberinto que nos engaña a menudo con mecanismos de defensa que mantienen el problema: negación, proyección, evitación, victimismo, distracción, etc.
Enfrentarnos a nosotros mismos y a nuestros sentimientos es la clave para evolucionar y salir fortalecidos de las adversidades de la vida.
Cuando una persona padece una psicopatología o un trastorno psicológico.
A veces dichos trastornos no están diagnosticados, y si lo están, sólo se tratan con psicofármacos. Cada vez más, los médicos psiquiatras prescriben un tratamiento psicológico. Incluso cuando el trastorno es de causa endógena-orgánica y su pronóstico es crónico y/o grave, la terapia psicológica demuestra ser muy beneficiosa para el paciente.
Cuando una persona atraviesa una etapa de crisis vital y sufre un conflicto psicológico que se expresa a través de síntomas que generan sufrimiento emocional.
Cada vez más personas piden ayuda profesional para superar dichas crisis encontrando una oportunidad para cambiar, para avanzar, para tropezar en diferentes piedras y seguir evolucionando. La terapia psicológica pretende, más que acallar químicamente el síntoma, escucharlo como aliado e indicador de cambio y transformación. ¿Qué es lo que realmente le está pasando a la persona debajo de su sintomatología? Resolver este conflicto psicológico hace que los síntomas remitan, recuperando la persona su salud y bienestar.
Cuando una persona se encuentra psicológicamente bien y elige catalizar su proceso de crecimiento personal.
La terapia psicológica nos hace más conscientes de nosotros mismos y de nuestras vidas. Nos sirve como complemento de una vida saludable, como una vacuna psicológica preventiva de estados de enfermedad a la vez que nos permite sacar mas provecho de nuestras capacidades y virtudes para alcanzar nuestras más altas aspiraciones.